El Grupo 5 de Caza se cobra su día.
La Coventry. MoD UK
El Sea Lynx dañado en el ataque de la VULCANO. Se trata del XZ729 (342) de dotación en la “Brilliant” (Escuadron 815), este buque había cedido su aparato en prestamo a la “Broadsword” por cuanto ésta había perdido sus dos aparatos en diferentes contingencias que no vienen al caso.
Foto: Royal Navy.
El armamento principal de los ataques argentinos, una bomba de 1000 lbs. Aunque se utilizaron tambien de 250.
Foto: Archivo del autor
Foto: Licenciado Jorge Souto.
En estos meses de hondo significado para los argentinos suelen hacerse merecidos homenajes, profundas autocríticas y desmedidas y descabelladas conjeturas.
No todas son acertadas y muchas no son bienintencionadas, estas líneas solo tienen por objeto narrar hechos, con mas algunos agregados inevitablemente emocionales, para que el lector, último Juez, tenga un panorama mas acabado de las reales acciones de la Fuerza Aérea Argentina (que por turno le toca) durante el conflicto del Atlántico Sur por las Islas Malvinas.
Por ello hemos elegido una de las misiones que consideramos emblemática de la desigual lucha desarrollada en aquellos apremiantes, angustiosos, pero gloriosos días.El 25 de mayo de 1982 sorprendió a los Halcones (tal el nombre del Grupo 5 de Caza) no sin poco en que pensar, pero con el espíritu mas henchido que nunca de ese patriótico sentido del deber.
Para el Comando Fuerza Aérea Sur (CoFAS), encargado de planificar las misiones, tampoco era fácil la situación. Avanzadas ya las acciones militares se veían dolorosos huecos entre las filas de sus hombres, a pesar del lo cual su posición militar les obligaba a enviar oleadas de ataques con la misma determinación, y asi lo hicieron.
isla Pebble, en la zona de Borbón y en mar abierto, proveyendo cobertura radar, lo que se denomina “piquete” (término que define a la combinación de un radar adelantado a la línea del frente para obtener mejor cobertura. Cubriendo así puntos ciegos en su sistema de vigilancia). Estos buques eran la CL42 “Coventry” y la CL22 “Broadsdword”, es decir dos de los más modernos elementos de la flota británica.
Teniendo principalmente en cuenta la peligrosidad e importancia estratégica de los blancos, pero sin olvidar lo hecho esa mañana por la “Coventry” se emite la orden pertinente, que llegó al escuadrón bajo la forma de “Orden Fragmentaria” (extracto con los detalles más importantes de una orden, se emite así dada la premura en la ejecución obviándose los detalles superfluos o innecesarios para los pilotos) nro. OF1236, en la que se detallaba Blanco en proximidades de Isla Golding, el cual debía ser atacado por la escuadrilla VULCANO,y la OF1237, mismo blanco, misma conformación, por la escuadrilla ZEUS.
La VULCANO estaba compuesta por tres aviones Douglas A-4B “Skyhawk”, según el cuadro que mas abajo se publicará, pero uno de ellos, el del entonces Alférez Carmona, tuvo problemas por lo que no pudo ser (a regañadientes) de la partida. Quedó así formada con dos aviones, el C-225 y el C-214, al mando del Capitán Carballo y el Tte. Rinke respectivamente.
Los ZEUS eran el C-212, el C-207 y el C-204, siendo sus tripulaciones el 1er. Tte. Velazco, el Alférez Barrionuevo y el Tte. Osses. De éstos el tercero tuvo la misma suerte que Carmona debiendo volver a poco del despegue por fallas técnicas.
Establecida la composición de las escuadrillas, narraremos ahora la misión en sí.
El briefing en Rio Gallegos fue de una actividad febril, y cada sección planifico y coordino su encuentro con el “Tanquero” y la aproximación final cada una por su lado. Estos distintos puntos de ingreso a la zona del blanco a la postre les facilitaría su labor, ya veremos porque.
Los aviones fueron armados con tres bombas de 250 (la Seuz) y una de 1000 (la Vulcano) lbs cada uno, partiendo primero la VULCANO, al mando del ya veterano Capitán Carballo, la ZEUS, al mando de Velazco lo hizo poco después. El encuentro con el KC-130H “Hercules” cisterna se produjo sin novedad y luego de soltar la manguera de combustible las escuadrillas se pusieron en contacto con el CIC (Centro de Información de Combate) de Puerto Argentino.
LA VULCANO
A todo esto ambas formaciones habían tomado vuelo rasante intentando aprovechar el “lóbulo ciego” de los radares de las fragatas inglesas. Aquí comienza un hecho casi anecdótico pero que pinta de cuerpo entero el temple de los pilotos argentinos.
Volar rasante sobre las olas generaba en los aviones A-4B una capa de salitre marino, que se formaba en el panel central del parabrisas. Este, dividido en tres partes, a su frente (en ese modelo) tiene una forma oval desprovista de limpiaparabrisas, ni tan siquiera una rasqueta con el fin de remover ese sedimento.
Por ello, personal técnico del Grupo 5 había ideado un producto que evitaba la formación de capas salitrosas químicamente. El día de la misión de este relato, ese producto fue quitado del parabrisas del avión de Carballo (merced a la buena voluntad del personal de tierra que había limpiado con excesivo celo el vidrio) por lo cual a poco de ingresar al rasante empezó a formarse, de abajo hacia arriba, la temida capa que impide la visión hacia delante. Eso hubiera ameritado el regreso del Capitán a su base, pero éste no lo consideró así y anteponiendo la misión sobre su propia vida continuó en tales condiciones, procediendo su vuelo improvisando una nueva ruta sobre el agua a fin de evitar sobrevolar tierra firme con la intención de evitar el peligro de colisionar contra algún promontorio. Lo dicho habla a las claras del espíritu de nuestros pilotos.
Volviendo a las acciones, los hechos se desencadenaban a bordo de los pequeños cazabombarderos con inusitada velocidad. La “Broadsword” había “enganchado” en su radar a la VULCANO, por lo que los Harrier fueron devueltos a su base para evitarles algun tipo de riesgo.
Gracias a Dios el enganche se desvaneció (según la versión inglesa de los hechos por problema eléctricos en el sistema de puntería) y siendo que la fragata CL22 estaba mejor perfilada para su ataque la sección de Carballo se lanzó sobre ella con sus aceleradores al máximo y una brutal decisión.
El avión del líder soltó sus bombas sobre el buque, y pocos segundos después hizo lo propio su numeral, el Tte. Rinke. La suerte estuvo del lado ingles en esa ocasión, puesto que solo una de las bombas impactó la banda de babor del buque, luego de rebotar en el agua para ingresar, en trayectoria ascendente, por la amura.
La misma atravesó varios mamparos, llegó al hangar y destruyó el helicótero Westland Sea Lynx HAS 2, matrícula XZ729, para caer al agua por la otra banda si estallar.
El buque quedó fuera de servicio y no dio cobertura radar a la flota por bastante tiempo, dada la magnitud de los daños sufridos por la sola nergía cinética de la bomba.
LA ZEUS
Ajenos a los acontecimientos aludidos, Velasco y Barrionuevo iniciaron su ataque desde el sur. La “Coventry”, su blanco, que habia iniciado su huida hacia el norte retorno velozmente a proteger a su colega en desgracia, decisión valerosa pero desafortunada.
En un intento de defenderse el buque dejó de atacar a la VULCANO y lanzó contra la ZEUS un misil SEA DART cuyo enganche fue eludido pos los aviones argentinos, sin embargo una versión nacional indica que el “Broadsword” no pudo abrir fuego dado que la “Coventry” se cruzó en su línea de tiro en el instante preciso de lanzar el ingenio. Ajenos a esto, la sección de Velasco ingresó en una zona calma, donde las armas de tubo y los misiles no podían ser efectivos (por no adquirir rango de tiro) y cuando la silueta de su presa ocupó la totalidad de los colimadores (en este caso un Isis de Ferranti) soltaron su carga e iniciaron maniobras evasivas. Ambos aviones pasaron el blanco.
Las bombas de Velasco pegaron de lleno en el buque a las 18:21.
Todos los integrantes del ambas escuadrillas retornaron a salvo al continente, luego de sobrevivir al acecho de PAC´s (Patrol Air Combat) formadas por Harriers y Sea Harriers, al fuego antiaéreo de 40 mm y 4,5 pulgadas y a los temidos SEA DART y SEA WOLF, en un ataque en aguas abiertas, donde los ecos de radar de los aviones son más difíciles de disimular.
La suerte de la batalla
La “Coventry” que valerosamente había vuelto a por su compañera se llevó la peor parte del ataque, y para las 18:48 había sido dada la orden de abandono. Finalmente, a las 19:22, o sea una hora después del ataque la nave dio vuelta de campana mostrando su casco y sus impresionantes propelas para desaparecer para siempre de la superficie del Mar, ese mar tan argentino.
El buque es la tumba de 19 hombres, valientes también todos ellos.
El regreso a Gallegos se produjo sin novedad, aterrizando los cuatro halcones en horas del crepúsculo.
Así, con este simple relato de los hechos no llega a plasmarse en su real intensidad la significancia de aquellas acciones, de quien ofrenda su vida o (por que no decirlo?) toma la de otros, sin odio, sin animosidad, pero con la convicción firme de hacerlo por la patria y por los camaradas caídos.
No cabe aquí pues hablar de venganza ni revancha, pero estamos en la certeza que por las mentes de estos jóvenes héroes argentinos pasaron las imágenes de los rostros de Palaver y García.
Luego de la batalla
Como ya adelantáramos todos los integrantes de la ZEUS y la VULCANO sobrevivieron al conflicto, dando muchos años de valiosas enseñanzas a las generaciones posteriores. A pesar de que el 1er. Tte. Velasco fue derribado en una misión posterior el 27 de mayo, por disparos de 40mm del “Fearless” a bordo del infortunado A-4B C-215, fue recuperado luego de une exitosa eyección el 01 de junio en Puerto Howard.
Sus máquinas, sobrevivieron a la gesta todas menos el C-204 (que no participo de la acción relatada por los problemas técnicos referidos), y algunas de ellas fueron de los últimos aviones A-4 de primera generación en ser dados de baja en la gloriosa Fuerza Aérea Argentina (el 15 de marzo de 1999, 33 años después del alta del modelo), dando de este modo invaluables y largos años de servicio a su pais y a su gente.
El C-204 fue derribado sobre el seno Choisseul el 8 de junio del 82, por un avión Sea Harrier, pilotado por el Tte. Dave Smith, perdiendo la vida su piloto el 1er. Tte. Danilo Bolzán.
Conclusión
Como se dijera, quizá estas pocas líneas sirvan para que quienes no conocen las dificultades a las que se enfrentaron los cuadros de la FAA reflexionen acerca de las mismas, para que quienes sugieren (infundadamente) que en los últimos días de la contienda algunos pilotos se negaron a salir (intentando empañar un accionar intachable) y para que las generaciones venideras coloquen en el mismo grado de importancia a la gesta Sanmartiniana con la de estos bravos pilotos, para los cuales las aguas heladas, el abismo tecnológico y la indiferencia fue su cordillera.
El halcón señudo que viste el emblema del grupo 5 de caza ha hecho honor a su lema Ad astra per aspera, señores: misión cumplida!.
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