Aniversario del bautismo de fuego de la Fuerza Aerea Argentina

Por Hernan Longoni

El dia 07 de mayo de 2011 organizado por la Comision permanente de homenaje al Veterano de Guerra y por la "Asociacion Escuadron Fenix", se llevo adelante un emotivo acto y marcha de antorchas en la plaza "aviadores de Malvinas" ubicada en la localidad bonaerense de Don Torcuato.

Al acto, al que concurrio publico en general, autoridades civico-militares y veteranos de guerra, se desarrolo a partir de las 23,00 hs del dia sabado, llevandose a cabo una vigilia hasta la medianoche, en la que acompañados por los sones marciales de la Banda de concierto de la Fuerza Aerea Argentina, se procedio a encender la pira homenaje a traves de 4 antorchas portadas por sendos representantes de organizaciones, de diferentes autoridades y de veteranos.

La antorcha aportada por la Asociacion Escuadron Fenix fue emocionadamente portada por el Sr. Ruben Cesar Alvarez quien fuera piloto de helicopteros durante los dias de la batalla por nuestras Islas Malvinas.

La presencia de pilotos veteranos de guerra, quienes embanderados con los emblemas de sus unidades se hicieron presentes en esa fria noche de otoño nos retrotrajo al dia 01 de mayo de 1982, cuando la Fuerza Aerea Argentina, siguiendo ordenes de la superioridad y en el marco de la recuperacion de nuestras islas, inicio las acciones belicas que configuraron su bautismo de fuego, y que cubrio de gloria a sus integrantes, algunos de los cuales hoy nos miran desde el bronce, montando guardia y espera permanente desde nuestro cielo argentino.

No se trata ahora de formular consideraciones de tipo politicas, sino de manifestar que cuando la politica no pudo o no supo resolver una situacion de conflicto entre dos pueblos (uno de ellos -el britanico- invasor) hubo hombres dispuestos a cumplir la mision y tareas por la que habian prestado solemne juramento.

Pero tambien hubo otros que, sin la condicion de soldado, ofrendaron sus vidas al servicio de su patria, cobrandose el destino algunas de ellas.

Son los hombres del Escuadron Fenix, que, bajo la direccion de la Fuerza Aerea Argentina, resignarion su condicion de civiles para ir voluntariamente a cumplir un llamado de las armas y de su patria.

Empleando medios que no eran adecuados por su diseño causaron al enemigo un desgaste que configuro un notable exito militar, a la vez que la ayuda al esfuerzo de guerra en misiones de patrullaje, logisticos y generales tuvo un efecto determinante en el desarrollo de las acciones de la guerra en el aire.

Nosotros no creemos que a un honbre se lo mida por la acciones extraordinarias que le haya tocado vivir.

Cuando a gente ordinaria el destino le pone por delante situaciones extraordinarias el resultado puede ser trascendente.

Cuando, como en este caso, a gente extraordinaria el destino la prueba con situaciones extraodinarias nacen heroes.

El fuego encendido representa la herida abierta, el fervor y la esperanza.

Las chispas que rabiosamente se elevaron al cielo en esa noche de mayo nos trajo a la mente la imagen de nuestros 55 heroes caidos en cumplimiento del deber y que formaron y forman parte de la gloriosa Fuerza Aerea Argentina, pero tambien a los otros heroes caidos de todas las Fuerzas Armadas y de Seguridad, que sin tener posibilidad de decidir sobre la decision geo-politica marcharon decididos a enfrentar su destino, que es nuestro destino.

Ellos seran jovenes para siempre, y eternos vigias de nuestra tierra irredenta.
Solo descansaran cuando les llegue el relevo representado no solo en la recuperacion de nuestra tierra sino en el reconocimiento de sus compatriotas a su sacrificio.

Deseo agradecer: a Daysi Rendo Garea por la labor que desarrolla en la Asocacion Escuadron Fenix (librando asi tambien ella su batalla).

A todo el Escuadron Fenix, representado en la figura de su actual Presidente, el Brig. Don Eduardo Bianco.

A todos los miembros del Escuadron, por su calidad y calidez.

Y sobre todo por haberme dejado formar y cantar nuestro himno junto a ellos en esta noche fria de mayo (un honor inmerecido y por lo tanto bien apreciado). Un soldado les agradece a sus heroes.